Hay momentos en la vida de las ciudades que podemos llamar fundacionales. Cuando se emprende una obra de envergadura, se recupera un espacio, o se gana terreno para el disfrute común, parece que la ciudad vuelve a nacer. Barcelona es especialista en reinventarse y redescubrirse. Y uno de esos espacios que recupera y que pasará a dotarse de una nueva vida es el Mercat de Sant Antoni.

El 23 de mayo se inauguró el reformado Mercat de Sant Antoni, situado en el barrio que lleva su mismo nombre, que se consumó con una fiesta los días 26 y 27 de mayo. En total, el recuperado Mercat contará con 235 establecimientos, 52 de producto fresco, 105 correspondientes a los Encantes y 78 paradas del mercado dominical que abandonará su ubicación actual en la carpa de la Calle Urgell para rodear el mercado bajo una marquesina con cubiertas retráctiles.

Los festejos de inauguración contarán con actuaciones musicales, un pregón a cargo del escritor Miqui Otero, y un recorrido para que la ciudadanía visite este nuevo espacio. Un nuevo espacio que trata de recuperar para la ciudad después de nueve años de reformas en las que se han respetado las estructuras originales, pero dándole un sentido actual. Un mercado en el que encontrar prácticamente de todo, desde producto fresco a los más diversos artículos de comercio en un espacio que quiere seguir conservando el sabor de un mercado auténtico y no caer en la mera atracción turística como le ha sucedido a algunos mercados del entorno en la misma ciudad de Barcelona.

Todo ello para recuperar la costumbre de ir al Mercado, de apreciar el producto y de insuflar a la ciudad la intensa vida que proporciona un lugar así.

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