Pasa el tiempo, pasan los años y lo que algunos quisieron vender como un bluff o el producto de una moda, es en realidad la confirmación del excelente momento que vive la cocina catalana. Nuevamente, la cocina catalana y el trabajo de los profesionales del sector se ve recompensada en la figura de los galardonados en la lista de los mejores 50 restaurantes del mundo, que ha colocado a cuatro de sus establecimientos entre los cien mejores y tres ente los cincuenta mejores.

El nombre destaca sin lugar a dudas es el del Celler de Can Roca, el espacio dirigido por los tres hermanos Roca, que ha conseguido recuperar nada menos que el segundo puesto de la lista. Se dice pronto, pero no es nada sencillo mantener el nivel de calidad, innovación y prestigio en un escenario en el que la globalización ha llegado a todos los órdenes y en el que la presión por alcanzar esos primeros puestos es tan salvaje.

En esta lista, la de The World’s 50 Best Restaurants, se ha aupado por primera vez un restaurante italiano, la Osteria Francescana de Módena. Y al segundo puesto conseguido por el Celler de Can Roca, le sigue el restaurante Mirazur, de Francia, el cuarto lugar es para el Eleven Madison Park de Nueva York y la quinta plaza queda para el Gaggan de Bangkok de Tailandia. Como ven, es una lista realmente global. Por eso tiene un mérito infinito lo que han conseguido de nuevo los hermanos Roca, que ya alcanzaron este segundo puesto en dos ocasiones anteriormente.

Entre los diez primeros puestos, dos restaurantes vascos, el noveno y el décimo puesto son para Mugaritz y Asador Etxebarri. No es desdeñable el hecho que la ceremonia de entrega de premios, se celebrara en Bilbao, señalando la importancia de la gastronomía peninsular en un certamen que atiende a la realidad de un sector que no deja de avanzar, que no deja de buscar nuevos caminos, y que no deja de inspirar, sobre todo, a profesionales que saben que con esfuerzo y ganas de volar, se llega.