Producido en la comarca del Priorat, es ya una referencia en todo el mundo.
Una de las claves para alcanzar el éxito es no olvidar de dónde venimos. Adaptarnos a los nuevos tiempos, salir al exterior, aprovechar sin miedo las posibilidades que nos dan las nuevas herramientas de expansión, no debe hacer que perdamos nuestra esencia. Porque nuestra esencia es lo que ofrecemos.
Esto es lo que ha entendido a la perfección la familia Seuma, propietaria de Finca Hostalets, que elabora un excelente Aceite de Oliva Virgen Extra Ecológico. Desde 1898, han venido produciendo aceite gracias al olivar que poseen en Cabacés, en el Priorat, en el Parque Natural de la Sierra del Montsant. Se trata de unos olivares característicos y singulares, antiguos, como de otra época, que han sobrevivido en un entorno duro, en el que solo los más despiertos con capaces de seguir adelante. Olivos de las variedades arbequina y Rojal, una variedad autóctona que solo crece en esta zona.
De aquí surge un aceite que se caracteriza por un excelente buqué, con un paso por boca afrutado y dulce, una intensidad a la vez suave y melosa. Un aceite versátil para todo tipo de recetas tanto dulces como saladas, que potencia los sabores y a la vez enriquece nuestra dieta. Un aceite con componentes beneficiosos para nuestro organismo como nutrientes, antioxidantes saludables, clorofilas, tocoferoles y polifenoles.
Un AOVE que tiene como característica más importante, ‘que creemos en lo que hacemos’, como cuenta según José Seuma, actual responsable de la firma. Sin escatimar horas en pasión ni en dedicación, cuidando del campo, de la cosecha, de la elaboración y la bodega. Creando una marca con clientes y partners tanto en España como en más de 15 países.
Una firma que ha presentado sus productos en las principales ferias internacionales y que tiene el honor de ser parte del escaparate de Harrods, la prestigiosa cadena de almacenes británica.
Un aceite que sabe de dónde viene, que mantiene una esencia agreste y centenaria, pero que se proyecta hacia el mundo sin complejos. Porque lo auténtico, siempre prevalece.